Por ello, cuando al día siguiente la gente observa que las condiciones meteorológicas no son las previstas, se enfadan con los llamados hombres del tiempo, diciendo que no saben hacer bien su trabajo.
Sí, esas personas tienen razón en quejarse, pero también deberían pensar que ser metereólogo no es lo mismo que ser peluquero, profesor, electricista, etc... El metereólogo sólo es una parte pequeña de su trabajo, lo más importante son las máquinas.
Para concluir, criticar a las personas que se meten diariamente con los metereólogos, porque igual que se equivoca un médico o un juez, también ellos se pueden equivocar.
Iñigo Marin
Muy interesante la reflexión.
ResponderEliminarMuchas gracias :)
ResponderEliminar